Mi historia:
Soy Puri Cantudo; Mi nombre védico es Guruprasad Shadika (El regalo del Guru). Mis primeros pasos en yoga El yoga entró en mi vida por casualidad, aunque en aquel momento no fuera consciente de lo mucho que lo necesitaba y me iba a cambiar la vida. Fue por el 2012 y lo empecé a practicar como un hobby para después del trabajo y como una herramienta de sanación. Cuando descubrí el yoga me encontré atravesando una profunda depresión de ansiedad resistente y me habían diagnosticado migraña crónica. Había probado todo lo recomendado por la medicina occidental, ya con ningún tratamiento encontrado mejoría y empezaba a tener problemas estomacales a consecuencia de tanta medicación. Por aquellos entonces mis visitas a urgencias eran constantes, sin ninguna mejoría pues la enfermedad se había inmunizado a todos los tratamientos y medicación.
El Yoga, mi camino a la salvación
Fue ahí en el momento justo donde encontré el yoga y con él una brisa de aire fresco para mis problemas de salud e ilusión por vivir. A raíz de ahí me refugié en el yoga, en la meditación y me traté con terapias naturales como reiki, Flores de Bach, etc. De este modo mi vida en todos sus aspectos cambio para aporte de mi bienestar y felicidad. Después desarrollé y profundicé mi práctica y fue entonces cuando descubrí mi pasión y vocación por esta disciplina. Todo ello en principio promovido por mi necesidad de recobrar y mantener mi salud, pues el yoga se convirtió en mi pastilla diaria y así poco a poco fui consiguiendo salir de la depresión, la ansiedad, etc. meditación diaria (Llegué a meditar 5 veces al día por 20 min), con el lema en mi mente (Medicate o meditate). Fue entonces cuando llegó mi despertar, volví a nacer con otra forma de mirar al mundo. Pero no fue fácil, fue preciso que mi otro yo muriera para volver a nacer mi nueva y mejorada versión de mi, pues esa Puri no resonaba con la esencia de mi verdadero ser. Mi compromiso en la práctica de YOGA Todo este proceso y mi bagaje, me ha volcado en estar comprometido en la búsqueda del crecimiento personal y espiritual y ello me acerca al Yoga, a la Meditación ya todo aquello que facilita mi auto crecimiento; A partir de entonces creció una curiosidad inmensa por conocerme, por descubrir que personita habitaba dentro de mi. Hasta ese momento la sociedad me había domesticado a ser la persona que encajaba en la sociedad guiada por los prejuicios morales del bien y el mal. Cuanto más dejaba aflorar mi ser del interior iba descubriendo la gran belleza de mi ser. Superaba con creces cualquier expectativa que pudiera tener sobre: quién era yo. Un alma radiante y hermosa que en lugar de caminar de puntillas por la vida, sin hacer acto de su presencia y pidiendo perdón por existir, ahora camina con los pies en la tierra y el corazón y el alma conectada al universo.
Entonces YO AME y AME intensamente mi existencia y la de todos los seres.
A raíz de este aprendizaje busco conocerme más profundamente y el hecho de tener la certeza de que estoy en el camino que siento que tengo que estar, me lleva cada día a caminar con ilusión, con consciencia y compartir lo que me apasiona y me hace despertar. . Sigo mi práctica con la perspectiva integradora del Yoga para obtener un aprendizaje que pueda sacar a la luz mis potenciales y mi creatividad. Del mismo modo todo esto me lleva a integrar en mi que el yoga es el camino no el destino, puesto que cuanto más aprendo más soy consciente de lo mucho que me queda por aprender. “El yoga no es un aprendizaje académico, pues no se puede conquistar toda su sabiduría porque es ilimitada y está en constante expansión.
